El binomio blanco y negro parece no fallar. En estos momentos está más de moda que nunca. Me gusta el resultado final, pero tengo que admitir que no me encuentro en el grupo de los valientes que se deciden a poner esta combinación en casa. Aunque a veces me dejo llevar y me veo pintando esta o aquella pared, para que al final me venza la poca luz que viene del Norte.

 Ya os he dicho que era casi todo blanco y negro. ¿Os habéis fijado en los detalles en rosa? El fregadero es un toque muy, muy especial. Y ya sé que me hago pesada, pero una vez más los detalles marcan la diferencia.

Fotos Double G

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