Hoy inaguramos sección nueva, Casas Reales, donde aparecerán casas de las que nos encontramos la mayoría de los mortales en el día a día.Pero, eso sí, puestas bonitas. //Big opening today, Real Houses, where you'll see the houses we come across in normal life, but with that special touch and charm we like so much. The one we'll share today is still in process, but we can already see beautiful details. Have a look at the entrance lamp, restored by the owner, the paintings all along the house looking for their final place, the traditional Basque baskets,the carpets, ...So many details that get that final result full of harmony. 

Esta casa es como un buen guiso, cocinado a fuego lento.Se va haciendo poco a poco, añadiéndole los ingredientes en orden,en las cantidades adecuadas para que todos los sabores vayan ligando.


Nos da la bienvenida esta lámpara,que  era una ruina antes de que fuera recuperada por la mano de la propia dueña. El cable que desentonaba se ocultó bajo una tela de color.





Al fondo se ve la cocina en tonos blancos y rojos. A lo largo de la casa nos encontramos varios ejemplos del gusto que la propietaria tiene por las alfombras.


Estas cestas son en realidad hueveras tradicionales, usadas aquí para tener a mano los utensilios de cocina.

 





 Uno de los dormitorios principales decorado en blanco y negro. Me encanta el efecto de la alfombra, como si fueran cristales de Swarovski a la luz del sol.


De nuevo todo se enlaza y combina, pero como sin querer, de una manera muy natural.










Tanto en la habitación infantil en tonos azules, como en la juvenil encontramos obras de  Fernando Iglesias, en una habitación  dos cuadros en tonos marinos con la representación de una ballena y en la habitación de un adolescente un mural de tono más juvenil.




El plato todavía está en preparación, por eso podemos encontrar,aquí y allá, cuadros apoyados en las paredes esperando a encontrar el rincón perfecto.A excepción de este cuadro en tonos rojos, regalo de una amiga,y el del salón de Carmelo Ortíz de Elguea,   todos los que aparecen en la casa están firmados por Fernando Iglesias.




Estas son las vistas desde el ático, utilizado como cuarto de juegos.En el momento de tomar las fotos estaba tomado por algunos pequeños invasores, incluidos mis hijos, así que mejor eliminar las pruebas del delito-desorden.






Una de las sorpresas de la tarde fue que a la entrada de casa nos encontramos con una escultura de nuestro amigo Aitor Urdangarin.A mí me encantó esa casualidad, que dos buenos amigos estén tan cerca.



Estoy segura de que el resultado final será un plato exquisito, como los que hace la dueña de la casa, a la que mando un beso enorme para agradecerle que comparta su hogar hoy con todos aquí.

Para vosotros también besos

Yolanda

Fotos vía Olaimar Decor